martes, 24 de mayo de 2011

¿Ha habido elecciones autonómicas?


Éste ha sido un plebiscito contra la política errática y suicida de Rodríguez Zapatero más que unas elecciones autonómicas al uso. Sólo así se explica que el mapa autonómico de España haya borrado prácticamente al PSOE del gobierno de todas las autonomías.


De eso se ha beneficiado Francisco Camps, que sigue con mayoría absoluta en Las Corts aunque haya perdido por el camino más de 100.000 votos respecto a 2007. Si su éxito hubiese sido tan clamoroso como se suponía, habría doblado a su rival directo, Jorge Alarte, como ha hecho en Madrid Esperanza Aguirre con Tomás Gómez.


Y es que el batacazo del PSOE ha sido general. No han importado los problemas específicos de una Comunidad Autónoma u otra, sino que los ciudadanos han votado contra el PSOE. Y allí donde el PP no podía ser el beneficiario de esos votos de castigo, éstos han ido a CiU, en Cataluña, o al PNV y hasta a Bildu en el País Vasco.


Rodríguez Zapatero se aferrará a su cargo, seguro, al margen de lo que acaban de manifestar los electores. Pero si no hace caso al clamor ciudadano de adelantar las elecciones generales, a lo mejor no le queda otra tras las previsibles presiones de los mercados, de las agencias internacionales de ratings y de la propia Unión Europea. Todos ellos quieren que se aclare el panorama, saber qué va a pasar con la deuda pública española y si las Comunidades Autónomas van a reducir su déficit o le van a decir tururú al presidente de España.


Por todo eso, estas elecciones no han sido autonómicas, sino la primera vuelta de unas generales. Y en esta confrontación entre los dos grandes partidos no hay formaciones políticas que sirvan de bisagra, salvo en Madrid, donde ha conseguido escaños la UPyD de Rosa Díez.


Los partidos aparentemente intermedios en España son los nacionalistas, es decir, aquellos que precisamente no creen en la unidad española: menuda paradoja. Menos aun lo puede ser la Izquierda Unida de Cayo Lara, situada no en medio, sino a la izquierda del PSOE. Si aun existieran partidos liberales o verdes, como en otros países europeos…


En la Comunidad Valenciana se pueden sacar tres conclusiones a corto plazo: 1) el próximo castigo en Las Corts va a ser para Jorge Alarte —no sólo por los suyos— sino por la pinza entre el PP y las crecidas formaciones de EU y Compromís, que querrán arrebatarle su espacio político; 2) el único peligro en el horizonte para Francisco Camps va a ser la deriva judicial de un peliagudo caso Gürtel y no la oposición de un deshilado PSPV-PSOE, y 3) el auténtico calvario comenzará cuando Mariano Rajoy llegue a La Moncloa y diga que basta ya de dispendios y a atarse los machos, porque no queda dinero ni para pipas.


Y es que hay victorias, como la de Paco Camps ayer, que pueden ser esplendorosas, aunque al final acabarán pasando factura.




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