viernes, 8 de octubre de 2010

La valoración de Francisco Camps

Para desesperación de un desconcertado Jorge Alarte, el caso Gürtel no ha afectado negativamente a la valoración que los valencianos hacen de la labor de Francisco Camps al frente del Consell. En una encuesta de un diario digital, el 70% de los ciudadanos aprueba su gestión. Es más: el 50% lo hace con nota de sobresaliente.

En contraste, sendos sondeos del último fin de semana evidencian el creciente descrédito de Rodríguez Zapatero y del partido socialista. En la encuesta de Metroscopia, el 75% de los consultados desaprueba la gestión del presidente del Gobierno. El Barómetro Preelectoral de El Periódico, por su parte, muestra el derrumbe del PSC de José Montilla, que obtendría sólo la mitad de escaños que los nacionalistas de Artur Mas. Gran parte de este descalabro habría que atribuírselo al propio Zapatero, a quien no aprueban ni siquiera los electores del menguante PSC.

Con este panorama, Francisco Camps puede respirar bien tranquilo, al menos desde el punto de vista electoral: el triunfo del PP en los próximos comicios autonómicos parece asegurado.

Lo paradójico del caso es que la excelente imagen de nuestro presidente dentro de la Comunidad Valenciana se compadece con una enorme erosión de su prestigio fuera de ella; tanto, que algunos dirigentes nacionales de su partido que antes presumían de su afecto ahora evitan hacerse fotos con él.

Nada de esto, sin embargo, inmuta a Mariano Rajoy, a quien el hundimiento de sus rivales parece catapultarle hacia La Moncloa sin necesidad de mojarse en muchos de los temas más espinosos de nuestra convivencia colectiva. En la citada encuesta de Metroscopia, el Partido Popular le saca 14,5 puntos de ventaja al PSOE y, por primera vez, la imagen de ZP resulta peor que la Rajoy.

Esta cómoda situación demoscópica le permite al líder del PP, quien nunca se ha visto en otra igual, seguir apoyando a Camps sin mayor quebranto y también le deja las manos libres, por ejemplo, para decidir lo que le parezca en peliagudos conflictos como el que protagoniza en Asturias el rocoso Álvarez Cascos.

Visto cómo está a fecha de hoy el panorama a ambos lados del espectro político, podrían extraerse algunas conclusiones:

1) Los posibles casos de corrupción están tan asumidos por el personal que apenas si tienen repercusión electoral.

2) El más castigado por los ciudadanos de izquierdas y de derechas es Rodríguez Zapatero: la victoria de Tomás Gómez sobre Trinidad Jiménez sería un síntoma más de este fenómeno.

3) Donde más se manifiesta el desánimo ciudadano, según todas las encuestas, es en el ascenso de la abstención electoral: más en el caso de los votantes de izquierda que en los de derecha.

4) Si hay un electorado que se manifiesta más fiel es el del PP: el 94% de sus votantes preferiría que ganase éste y sólo el 62 % de los del PSOE que lo hiciesen los socialistas.
5) Todo esto se agrava en nuestra Comunidad, donde frente a la buena valoración de Francisco Camps, el PSPV, parodiando a Groucho Marx, parece haber “llegado con gran esfuerzo desde la pobreza hasta la más absoluta miseria”. Tal cual.

1 comentario:

  1. Francisco Camps tiene para siempre el afecto de los valencianos. Es lógico que desde fuera no sientan lo mismo ya que la mayoría de medios de comunicación emiten informaciones no tan positivas sobre él como las que se emiten en Valencia.

    ResponderEliminar