sábado, 16 de julio de 2011

Lo que no ha hecho Camps

Ignoro si Francisco Camps aceptó trajes gratis “a sabiendas”, según el relato de José Flors, juez instructor del caso Gürtel.

Sí sé, en cambio, un montón de cosas que no ha hecho el presidente valenciano en los dos años largos que dura ya este asunto procesal.

No ha gobernado su Comunidad con dedicación plena, al consumir la defensa judicial parte de su energía.

No ha logrado aminorar la brutal tasa de paro de un 23%, superior a la media española.

No ha mejorado el nivel educativo de nuestros jóvenes, el peor de España, exceptuando Ceuta y Melilla, según el Ministerio de Educación y el informe internacional PISA.

No ha sido nada diáfano en su gestión, tal como afirma la ONG Transparencia Internacional y ratifican seis sentencias del Tribunal Constitucional.

No ha conseguido reducir la deuda pública de la Comunidad, la más alta de España por habitante.

Habría bastantes más debes en esta lista de incumplimientos, pero añado solamente uno: el retraso en el pago a los proveedores de la Generalitat. Si María Dolores de Cospedal pone el grito en el cielo, con razón, porque su predecesor en Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha demorado hasta año y medio algunos pagos, ¿por qué no critica la misma práctica en su compañero de partido valenciano?

Y es que la ventaja del presidente Camps es que él se ha sucedido a sí mismo al frente del Consell tras las últimas elecciones y solo él sabe exactamente los excesos de déficit y otros enjuagues contables que se esconden bajo las alfombras del Palau.

Estas cosas, aunque no se hagan públicas, claro, incomodan a muchos dirigentes nacionales del PP que estaban encantados de la regeneración política realizada en Baleares por José Ramón Bauzá, tras el saqueo perpetrado por Jaume Matas. “Ahora, todo este asunto de Camps vuelve a ponernos en entredicho”, comenta apesadumbrado uno de ellos.

Lo peor, para esa misma fuente, es el argumento de que si se ha ganado en las urnas se queda exculpado de cualquier delito. “¿Valdría ese silogismo también para un asesinato?”, se pregunta. Al fin y al cabo, si las urnas son las que tienen la última palabra, nos sobrarían los tribunales de justicia.

Por eso mismo, son muchos en su partido quienes creen que Camps tendría que haber cortado de raíz el escándalo, evitando así que Mariano Rajoy llegue a las generales cargando con el fardo de Gürtel, lo mismo que Rubalcaba lo hará con el del Faisán.

Según ellos, Camps tendría que haber dicho al comienzo del caso: “Creo que he pagado todos mis trajes, pero por si acaso quedase algo pendiente aquí entrego un talón para liquidarlo y que me perdonen por mi despiste”. Así de sencillo.

Pero el presidente no lo hizo, como tampoco abordó los otros debes enumerados en este artículo.

Cabe pensar, pues, que si las cosas no van peor se debe, entre otras razones, a los logros de la época de vacas gordas, a la inercia del impulso dado en su día por Eduardo Zaplana y, sobre todo, a la enorme vitalidad de la sociedad valenciana.

Y es que, por fortuna, son más valiosos los ciudadanos que sus gobernantes. Ya ven, Bélgica lleva un año sin Gobierno y las cosas no le van peor que antes. También lo decía Indro Montanelli de Italia: “Cuando mejor funciona el país es entre un Gobierno y otro”.

En la Comunidad Valenciana no va ni mejor ni peor: simplemente, mientras dure el caso Gürtel el desgobierno está garantizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario