miércoles, 18 de enero de 2012

No somos tontos

Muchos políticos creen que a los ciudadanos se les puede engañar repetida e impunemente.

En cierta manera, lo reconoció alguien tan sobrevalorado como Enrique Tierno Galván, aquella “víbora con gafas”, en cruel retrato de su correligionario Alfonso Guerra. Según el fallecido alcalde de Madrid, “las promesas electorales están para incumplirse”.

Con esa premisa, en un país en el que nadie se arrepiente de nada, daría igual que el PP hubiese prometido rebajar los impuestos antes de las elecciones y ahora los suba. Total, hasta las próximas elecciones…

Pero, oh sorpresa, ha sucedido lo imprevisible: la aparición de políticos que piden disculpas. Hace poco lo hizo Alberto Fabra, apesadumbrado por el retraso de la Generalitat en pagar a sus creedores. En vez de negar la evidencia, con el desparpajo de que hacía gala su predecesor, Francisco Camps, el actual presidente cree que los contribuyentes son mayores de edad y merecen una explicación.

Es toda una novedad: creer que los electores no son tontos y que su habitual amnesia ante los siguientes comicios no es razón suficiente para no dar la cara.

Ahora, con intervalo de pocas horas, la han dado Mariano Rajoy, con respecto a la mayor presión fiscal en España, y el portavoz parlamentario del PP, Rafael Blasco, sobre los recortes presupuestarios en la Comunidad.

Todo esto tratará de razonarlo hoy en Les Corts Alberto Fabra.

Sus explicaciones resultarán convincentes o no. Pero, en cualquier caso, el considerar que los ciudadanos no somos tontos y que merecemos un enorme respeto resulta una novedad merecedora del mayor de los aprecios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario