sábado, 29 de octubre de 2011

Los terceros partidos

Hace un par de semanas estuvo mitineando en Valencia la presidenta de UPyD, Rosa Díez, sin que los distintos medios de comunicación anunciasen el evento.

Así no hay manera de que los pequeños partidos salgan del ostracismo político. Máxime, cuando en las anteriores elecciones generales fueron precisos 78.000 votos para obtener un diputado nacional por la circunscripción de Valencia.

Es éste el esquema que aquí y en toda España propicia el bipartidismo imperfecto, es decir, el reparto de poder entre PP y PSOE matizado en las llamadas comunidades históricas por el peso desproporcionado de los partidos nacionalistas.

¿Qué perspectivas tienen, por consiguiente, los considerados como terceros partidos en nuestra Comunidad?

Su previsible crecimiento, a tenor de las encuestas, sólo será posible a costa de un PSOE tan desprestigiado por el errático rumbo político de Rodríguez Zapatero que hasta los artistas de la ceja han abandonado la candidatura de Pérez Rubalcaba por la del comunista Gaspar Llamazares. A escala de la Comunidad, ésa es la posibilidad de que aumente sensiblemente el número de votos de la lista que encabeza Ricardo Sixto, aunque no el de escaños.

El gran beneficiado de un descalabro socialista sería sin duda Compromís, esa inteligente mixtura de nacionalismo, izquierdismo y ecologismo fraguada por el hábil líder del Bloc, Enric Morera. Si no a más —que es posible que sí—, al menos llevará a Las Cortes al ex alcalde de Sueca, Joan Baldobí.

Pero el fenómeno del Bloc y de Compromís merece punto y aparte.

Desaparecidos los vestigios del otrora poderoso regionalismo de la Unio Valenciana de González Lizondo, todo el espacio del valencianismo político lo ocupa ahora el Bloc, estructurado cada vez más al modo y manera de su homónimo gallego, el cual en la época de Anxo Quintana llegó al Gobierno de aquella región y casi arrebató a los socialistas la hegemonía de la izquierda.

Aquí, aparte de reforzar ese flanco merced a las batalladoras diputadas autonómicas de Iniciativa del Poble Valencià Mónica Oltra y Mireia Mollà, abarca mucho más espacio político. Según el analista electoral Jorge Feo —uno de los asesores políticos más brillantes de nuestro entorno—, “Compromís ha logrado capitalizar en nuestra Comunidad el descontento ciudadano del 15-M que en otros sitios beneficia a Izquierda Unida y a UPyD, razón por la que el partido de Rosa Díez apenas si tiene posibilidades entre nosotros”.

Habría que añadir a ese handicap el ya indicado de la escasa visibilidad mediática de UPyD. Salvo El Mundo y Televisión Popular del Mediterráneo, casi nadie se hace eco de sus mensajes.

En su favor tiene la elección del conocido actor Toni Cantó como cabeza de cartel por Valencia. El aspirante a diputado lidió esta semana con fortuna, por cierto, en el programa de Xavier Carrau, La Tertulia, en Canal Nou, ahora que hay más pluralismo en la televisión pública tras el relevo en el Palau de la Generalitat de Paco Camps por Alberto Fabra.

Aun así, insisto, las posibilidades del candidato de UPyD son escasas.

Harían mal, sin embargo Jorge Alarte y el PSPV-PSOE en creer que su único rival electoral es el PP. Si se descuida, entre la bajada de votos propios y la probable ascensión de los terceros partidos, corre el riesgo de no ser ya en un futuro la alternativa política en la Comunidad, sino de depender de otros —como el Bloc— que pueden acabar por quedarse a la vez con el santo y la limosna.

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