sábado, 24 de septiembre de 2011

El víacrucis del PSPV-PSOE


Una última encuesta ratifica el declive del PSPV-PSOE, que perdería tres escaños en las próximas elecciones al Congreso, en beneficio a partes iguales del PP, el Bloc y Esquerra Unida.

Para taponar esa constante vía de agua ha estado el jueves en Valencia el candidato socialista a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Venía arropado por dos noticias estimulantes. De una parte, el respiro que le acaba de dar la Audiencia Nacional en el caso Faisán, pese al denuedo con que lo ha estado atacando el diputado popular Ignacio Gil Lázaro. De otra, su demagógica propuesta de restaurar el impuesto del patrimonio, de imposible aplicación a corto plazo y de improbable vigencia en un futuro si las comunidades autónomas se niegan a aplicarlo.

Mas ni por ésas. Su presencia para animar a las alicaídas huestes socialistas se redujo a un breve mitin en el polideportivo de El Cabanyal, de escaso aforo, a fin de que así no se evidenciase la menguada movilización del que otrora fuera hegemónico partido en la Comunidad.

Al día siguiente, el candidato desayunó con los principales empresarios de la región, colectivo, éste, que tiene perdido para su causa, sobre todo después de la restauración del impuesto de marras. En Madrid ha puesto a parir esa idea David Taguas, presidente de la patronal de la construcción y asesor que fue de Rodríguez Zapatero: “Este impuesto —al que ha calificado de “inoportuno”— grava única y exclusivamente al ahorro”, por lo que viene a ser una insensatez, ha sentenciado.

Si Rubalcaba no le ha sacado, pues, ningún rédito a su visita a Valencia y Castellón, el peor parado de ella ha vuelto a resultar, una vez más, el secretario autonómico del partido, Jorge Alarte, a quien la dirección federal del PSOE le reprocha no haber obtenido ningún beneficio de la dimisión de Francisco Camps. “Es más —me dice alguien crítico con el líder regional—, parece como si todo el mérito de esa renuncia lo tuviese Mariano Rajoy y no nuestra política de denuncia sistemática del caso Gürtel”.

Ése es un reproche más a Jorge Alarte, como si no tuviese suficientes hasta ahora. Sus enemigos dentro del partido le acusan de haber quedado sin argumentos, más allá de la machacona “dignidad” que ofrecía frente a un presidente “indigno”. ¿Y ahora qué, cuáles son las razones que oponer al actual gobierno de Alberto Fabra?

Al parecer, ninguna, más allá de la de mantenerse en el cargo de secretario general a todo trance, pese a haber sugerido en su día que de obtener peores resultados que Joan Ignasi Pla en las elecciones autonómicas dimitiría. No lo ha hecho, se ha justificado a posteriori, porque entonces “las circunstancias eran otras”.

La creciente debilidad del líder se suma, pues, a la propia del PSPV-PSOE y a la del todo socialismo en el ámbito estatal. Por ello, más allá de la permanente conspiración del inevitable Francesc Romeu, el ruido que trasciende del interior del partido no es el del debate ideológico, sino el de cuchillos que se afilan para la noche misma del resultado electoral.

“En nuestro partido tiene que cambiar todo, de abajo a arriba” — me dice un militante decepcionado—, desde la manera de hacer política hasta el rostro de quienes encarnen esa política”.

Todo eso lo sabe, mejor que nadie, la actual ministra Leire Pajín, quien ante el inminente descalabro electoral se está buscando un refugio. ¿Y cuál mejor que encabezar su partido en la Comunidad Valenciana?

Ya. Aunque para ese viaje, en opinión de los militantes más críticos, sobran todas las alforjas.


1 comentario:

  1. Un artículo correcto, sin tapujos y revelador de verdades. Le invito a visitar mi blog que, con motivo del trabajo de final de carrera de periodismo, trabaja bajo la misma causa: el declive del socialismo valenciano.

    http://declivepspv.blogspot.com/2011/12/diagnosticado-cancer-al-pspv.html

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