domingo, 2 de mayo de 2010

La estrategia de Zapatero

Por décima vez en quince meses, Zapatero ha dicho, impertérrito, que la crisis económica ha tocado fondo. Una oposición inane y desnortada no ha sido capaz de tomarle la palabra y emplazarle para que dimita si el mes que viene sigue creciendo el paro.
Y es que unos y otros están más ocupados en absurdos fuegos de artificio sobre la Memoria Histórica, Garzón, el Tribunal Constitucional, los estatutos de autonomía y demás cuestiones perfectamente prescindibles. Pero ya se lo dijo Zapatero a Iñaki Gabilondo, a micrófono aparentemente cerrado, hace un par de años: “A mí lo que me interesa es crear tensión”.
Es su mejor receta contra la crisis. Lástima que no le valga para la Europa que le ha tocado presidir en mala hora y que ve cómo se desmorona la economía griega, la solidaridad de la UE hace aguas y todos los políticos están más pendientes de salvar sus propios muebles —o sea, ganar elecciones— que salir del marasmo económico.
En ese contexto, los ciudadanos europeos ven cómo peligra su estado de bienestar y comienzan a salir a la calle —primero, en Grecia, en Portugal a continuación, y los que seguirán—, sin poner en cuestión a una clase política endogámica e ineficaz y a unos dirigentes empresariales que se han hecho aun más ricos a costa del empobrecimiento colectivo.
Por suerte para Zapatero, él ha exhumado el franquismo y otros fúnebres espantajos de nuestro pasado colectivo para tener entretenido al personal en rencillas históricas en vez de afrontar los problemas del presente. Así, con un poco de suerte, corre el tiempo y puede llegar en mejores condiciones a las próximas elecciones generales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario