domingo, 16 de mayo de 2010

ITV autonómica

Detiene mi coche la policía y me dice que mi certificado de ITV carece de validez porque el vehículo está matriculado en Valencia y la revisión se hizo en Salamanca, donde hay una normativa diferente. Multa: 150 euros.

O sea, que no sólo son distintas las licencias de caza en cada autonomía, como evidenció la famosa cacería del ex ministro Fernández Bermejo, sino las normas de inspección de vehículos y hasta el etiquetado de latas en supermercados según sea la lengua vernácula respectiva.
Y no digamos nada de los requisitos para algunos empleos, los contenidos de la enseñanza o la misma atención sanitaria, con esperpénticos traspasos de enfermos de una ambulancia a otra en el linde de algunas autonomías.

Así no hay manera de tener un mercado único ni mejorar la dichosa productividad que nos permita salir de la crisis. La propia UE, en el informe de expertos presentado por Felipe González, denuncia los obstáculos a la libre circulación de bienes y servicios dentro de Europa: y eso sin contar con la creciente fragmentación del mercado español.
En vez de agarrar a ese toro por los cuernos del ahorro, Rodríguez Zapatero ha preferido apretar el cinturón de inocentes compatriotas. Si, en cambio, lograra evitar la duplicidad de funciones entre las comunidades autónomas y el Estado, se economizarían 24.000 millones, según estudio del partido de Rosa Díez. ¡Y no hablemos de los 2.000 millones de pérdidas anuales de las prescindibles televisiones autonómicas!

De momento, y en espera de que el sentido común se imponga algún día, me conformo con volver a pasar la ITV, aunque para ello tenga que cruzar media España.

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